sábado, 4 de abril de 2009

A la espera de la oscuridad
ese instante que no se olvida,
tan vacío devuelto por las sombras,
tan vacío rechazado por los relojes.
Ese pobre instante adoptado por mi ternura
desnudo desnudo de sangre de alas,
sin ojos para recordar angustias de antaño,
sin labios para recoger el zumo de las violencias
perdidas en el canto de los helados campanarios.

Ampáralo niña ciega de alma,
ponle tus cabellos escarchados por el fuego.

Abrázalo pequeña estatua de terror.
Señálale el mundo convulsionado a tus pies,
a tus pies donde mueren las golondrinas
tiritantes de pavor frente al futuro.
Dile que los suspiros del mar
humedecen las únicas palabras
por las que vale vivir.

Pero ese instante sudoroso de nada
acurrucado en la cueva del destino,
sin manos para decir nunca,
sin manos para regalar mariposas
a los niños muertos.


AlejandraPizarnik

3 comentarios:

  1. Olá Olivia,

    Somente uma pessoa com muita sensibilidade para gostar dos poemas que tu gostas e escrever com sentimento.

    Parabéns pelos belos escritos.

    Saudações!

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  2. Me gusta mucho como decis,
    Un si grande para vos

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  3. Te asusta mi guerra menos..
    creo que es hora de bailar (aunque ellos no saben como).

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