lunes, 8 de junio de 2009

Estaba en eso de la memoria...

Las cosas vinieron a mi cabeza sistemáticamente y en modo aleatorio a tal punto que ya no pude diferenciar entre lo que fue mío y lo que inventé.

Que en esa oportunidad fuimos buenas pero lindas, que no es lo mismo que ser sólo buenas, y la otra cara de la luna estaba ciega y tomaba lavandina para no mancharse de ningún color.
Que en esta otra fuimos malas pero más lindas, que es peor que ser sólo malas, y no pudimos controlar la culpa por más males merecidos que se tenían las haditas a las que les quebramos las alas.

Recuerdo que estaba acostumbrada a la sensación de pánico y ¡qué mal está eso por favor!.

Lo que sí: no somos capaces de entender que cargamos inútilmente tanto tiempo con el dinosaurio en la espalda hasta que ya no lo tenemos y diferenciamos "mal" de "muy mal", "insoportable" o "mequieroremorir".
Antes todo era lo mismo, ahora quiero estar bien para que el presunto brillo que dijeron que tengo en los ojos mantenga bajo sus poderes a cierto bailarín de las mareas.

(Porque ayer a la madrugada me pasaron cosas que pensé que eran de cuentos, y si no te lo conté fue porque existe entre mí y migo misma un convenio que se trata de reprimir la verborragia típica de las pelotudas de las que todos nos cansamos... y además fuiste el más hermoso y el que más sonrió y el de los dientes más lindos y las manos más hábiles y tener pesadillas cuando dormís acá es como soñar que gano premios infinitos, entonces me despierto con ESA pregunta:

¿Qué fue lo que hice bien y en qué momento?).

1 comentario:

  1. Estaré atento cuando camine por las calles de la capital (y cuando tenga el aparatito que hace ppipipi).
    Mientras tanto me quedo con la tranquilidad de que en otros lares suenan sonidos un tanto clandestinos.
    Voy a tener que regresar de visita a su blog.
    Saludos

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