jueves, 14 de octubre de 2010

Ella también fue al Tribunal.

Ayer fue la sentencia en la Causa Unidad 9 en el Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata, y fui.
Hice una cola interminable con el DNI para acceder a calle 4 por 51, porque estaba vallado.
Había que acreditarse antes como "Público", o esperar a que entren todos los que tenían credencial y si quedaba lugar, entrabas.

Quedó lugar. Entré. Me acreditaron. Me revisaron el bolso y me sacaron el encendedor y una hebilla. Adentro había asesinos y torturadores. Yo quería verle las caras y aplaudir cuando dijeran que se van a pudrir en la cárcel. Quería gritarles HIJOS DE PUTA con toda la boca por el odio y por el amor y por la pena desesperante. No se pudo. Gritamos un poco en la primer sentencia pero después nos callaron, nos pidieron por favor, nos dijeron que no era correcto...
¿Y? Escuchame, son torturadores, no me importa si es o no correcto, yo quiero gritar, quiero saltar, quiero estar en contra.

Fue perpetua para Alberto Dupuy, para Isabelino Vega, Victor Ríos y Raúl Rebaneyra.
Fueron 25 años a Elvio Cosso, a Catalino Morel y a Ramón Manchado Fernández.
14 a Jorge Luis Peratta.
11 a Segundo Basualdo
y fueron 10 a Valentín Romero y Héctor Acuña.

No es suficiente, ya sé, pero en ese momento algo fue algo...

Por primera vez se dijo DICTADURA CÍVICO-MILITAR, refiriéndose a los médicos que no eran militares, cosa más que importante ya que no queremos ni un solo genocida en la calle, milico, médico o atorrante.
Se volvió a hablar de genocidio.
Se prendieron otras cuantas luces en la memoria colectiva.
Se nombraron más de 80 hombres que sufrieron en la guerra nefasta armada por unos pocos que están presos, y unos muchos que todavía nos cruzamos en los ascensores.

3 comentarios:

  1. Los asesinos dentro, sin que les dé el sol, sin que les dé el viento.

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  2. Entiendo. Asi y todo, no creo que el odio lleve a un mejor lugar.



    ...

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  3. Agilizando mi querida, aburre si no escribís.

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