Y si no me sale escribir puede ser también porque estoy un poco aturdida y no puedo escucharme bien.
Puede ser que la luna en mi ventana no para de hablarme, no para de decirme cosas que me cuesta escuchar, a mí y a usted que va a leerme.
Tengo la espalda dura por demás y una lista de cosas que necesito y que sé perfectamente dónde encontrar pero el camino es muy complicado… ¿entonces qué hacer?...
¿A dónde voy cuando todo se me viene encima y ya no puedo reconocer dónde es cierto y dónde estoy jugando?
¿En dónde me escondo cuando reconozco en dónde estoy jugando sin querer pero enfrentarlo se hace lastimoso y pesado y un desastre?
Están ustedes y estamos los cobardes, estoy yo y están a los que no les importa, estoy yo, cobarde y preocupada y está el resto, ajeno a lo que pasa y con la boca muy grande y la mano con la piedra preparada para darme de lleno en la culpa.
La gente desaparece, los olores conocidos vuelven, las cosas se imponen, la realidad sobre todo.
Esto que soy, la que mató a todas las que fue.
Un millón de letras viejas que estaba releyendo.
⭐⭐⭐⭐⭐
Hace 2 años