lunes, 8 de noviembre de 2010

Iba la luna.

Necesitaba que
quien más fea la vio,
le diga
que en realidad
es linda.

Hablar con ella siempre fue complicado, pero ahora, pero hoy, pero esa vez esa vez esa vez fue tanta incertidumbre y ojos para abajo que ya no sé.
Te puedo hacer mil chistes,
puedo cambiar de tema,
puedo decirte que sí, que lo que vos digas,
y puedo, claro, hacerme siempre la que no me importa.

Pero debajo de eso,

acá muy de este lado,

hay una hojita que tiembla.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Simple together

Pero estaba tristemente equivocada...

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miércoles, 3 de noviembre de 2010

Pobre el que no ama.

Todo es poderosamente nostalgia.
Me pierdo, se me va de las manos, no sé si es que me voy, que ya me fui o que hay tantas cosas nuevas entrando directamente por el pecho.
Esta música, estas cosas que hacen que todo cierre, todo cierra, pulseras que hagan ruido y días interminables de esto que me está pasando y que me cuesta reconocer.
Un mar de luz, un mar de luz, un mar de luz.
¿Qué voy a hacer cuando no estés?
¿Qué voy a sentir?
Me va a venir el amor de golpe, o la conciencia.
No vas a estar ni cerca y no lo estás ahora tampoco...
¿Qué voy a hacer?.
No quiero escribir esto, no te quiero escribir acá.
No entiendo bien, esto sigue sonando, esta música que es para mí tan de adentro, como la primer mañana, como el sol a través de, como el tiempo que podía quedarme (el que quiera, dijiste), como menos mal que, como el sur, como el ser.
Como las ganas de ir a Montevideo, como la voz dulce, como las canciones tristes y los tambores, como querer ser exactamente eso y no saber cómo, cómo llegar, cómo mostrarte.
Ubicar el acento en la vida.
Y ver el futuro tan perfecto.
Y esa sonrisa que yo digo que no es cierta pero de alguna manera lo debe ser.



Y una visión clara y terrible:
No es necesario ser bonita,
si no FELIZ.