miércoles, 31 de marzo de 2010

Cuanto más me sujetas...

Yo no me dejo soltar por el alma.
Porque yo estoy ahí, respiro.
Espero el impacto y renazco al instante para seguir ahí, respirando.
Porque yo no quiero días grises ni más ganas de dormir.
Retomo fuerzas y me levanto optimista para que no me borren, que no me saquen del tiempo que me espera.
Digamos que, bueno, puedo luchar contra mí misma.
Puedo bajarme del caballo y juntar flores.
Puedo pescar los mejores recuerdos de la memoria y presentarlos en frasquitos. Eso sí: después al mar, porque ningún recuerdo puede ser feliz encerrado.
Tengo, de un tiempo a esta parte, unas cuantas ganas de que todo cambie... o mejor dicho que todo vuelva por este río.

Dame 2 palabras de que agarrarme.

Click en la frase para acceder al sonido:

"Sos viento de los mares,
Mojando melodias"

lunes, 29 de marzo de 2010

Vomitar sabiendo que lo que es necesario sacar no va a salir del estómago.

Un asco vomitar y dormirse llorando,

un asco.

Un asco sentir que es mentira,

un asco.



La compasión de los que ganan te sale mal, me enseño Cruz Maldonado.

domingo, 28 de marzo de 2010

Dormir.

Volví a inhalar una bocanada de aire gigante y fue por

ne ce si dad.

En el principio todo se iba en degradé, se me llenó la vista de puntitos brillantes.

Giré y giré tratando de agarrarme de a l g o revoleando las manos.

Peces en la boca otra vez, otra vez, otra vez. El pelo lleno de flores, la boca llena de peces, el ombligo lleno de estrellas, la muerte llena de nada, la vida llena de muerte y los peces y el aire y el degradé que casi me matan pero no.

Estaba ella tan igual y yo tan distinta y soñar es así, soñás que van a robarte o que te besan y es así nomás y despertás a los que tenés al lado pero vos no te despertás y quedás prendida de eso durante todo un día completo y te querés ir lejos o querés estar cerca. Entonces, como te enseñó Julio, hacés la prueba del dentífrico... si todo está todavía rozando la realidad cuando terminás de cepillarte los dientes, hacé terapia o pintá o no puedas dormir en toda la noche siguiente, pero no extrañes, porque extrañar es hacerce extraño y no podés dejar la ciudad por siempre jamás.

He dicho.

Ahora, revelate.