lunes, 8 de noviembre de 2010

Iba la luna.

Necesitaba que
quien más fea la vio,
le diga
que en realidad
es linda.

Hablar con ella siempre fue complicado, pero ahora, pero hoy, pero esa vez esa vez esa vez fue tanta incertidumbre y ojos para abajo que ya no sé.
Te puedo hacer mil chistes,
puedo cambiar de tema,
puedo decirte que sí, que lo que vos digas,
y puedo, claro, hacerme siempre la que no me importa.

Pero debajo de eso,

acá muy de este lado,

hay una hojita que tiembla.

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